Rassegna storica del Risorgimento

ARGENTINA STORIA 1865-1868; GIRIBONE JOS?; PARAGUAY STORIA 1865
anno <1968>   pagina <539>
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José Giribone
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Cien veces asahada, y cienlo ansiosa / Respirando venganzas, / Dcrriba a sus controrios, / Rompionde ccrcos de aceradas lanzas; / Que en choques sangui-narios / Se exultan mas y mas los legionarios Y mas addante, dirigiéndose a Garibaldi: Tus soldados briosos / Del Vcsubio y del Etna, hijos gran-diosos, / En guerreros afanes Conservan sin desdoro / El heredado ardor de los volcanes; / Y tu, tanto decoro / No eambias por un mundo lleno de oro . *)
Es de esos dias la fraterna amisiad de Giribone con Emilio Mitre, algunos anos mas tarde su jefc, quien mas de una vez habra entxetenido sus pocos ocios de combatiente escuchando las canciones de la Italia inmortai ejecutadas con amor y nostalgia por la banda de la Legión Italiana. Es lambién de entonces el familiar sobrenombre de Pipo con el que lo conocian todos sus contem-poràneos, y con el que Mitre, Gelly y Obes, Pannerò, Rivas y otros jefes de la època se referian a él en sus cartas, omiticndo el apellido; sobrenombre que tanto pudo, que por fin el mismo Giribone lo agregó a sa nonibre firmando José P., o José Pipo Giribone y J. Pipo Giribone.
Quando finalizó el sitio de Monievideo al capitolar el general Oribe ante Urquiza, Giribone se incorporo a la división orientai que combatió en Caseros, y Iuego fue dado de alta en calidad de capitan, jefe de la banda de mùsica, en el Batallón 2 de Infanterìa de Linea. 2>
Eran dias dificiles. Buenos Aires acababa de separarse de becho de sus bermanas. Los revolucionarios de septiembre defendieron su actitud con las armas, oponiéndose a los nobles propósitos de Urquiza de construir la unidad nacional. y abriendo una brecha profonda en los destinos nacionales que fue menester casi diez anos y mucha san gre derramada en los campos de balalla para superar.
Pero entonces los ànimos estaban exaltados. Se veia en el vencedor de Caseros al coniinoador de Rosas; se consideraban sus actitodes corno directas afrentas a Buenos Aires; el Acuerdo de San Nicolas era visto corno la mas palpable prueba de los propósitos de dominio de Urquiza y el mas insufrible deseo provinciano de compartir la dirección del pais.
Otra vez hubo guerra. Giribone scntiase porteno; veia en los hombres de Buenos Aires la razón, y era ni uy sincero en esa postura. Por eso, a pesar de lodo, es tan respetable para mi, hombre del interior, corno lo son todos los que foeron adverarios de la Confederación en aquella bora, quienes no se cir* cunBeribieron - salvo excepcioneB que es mejor olvidar a la actitud verbal, sino quo sostuvieron BUS ideas en los campos de balalla.
H Ilario Lagos poso sitio a Buenos Aires y la ciodad convirtióse en esce­nario de dnros combates. El 2 de Linea, con sus jefes, Antonio Lezica y Emilio Mitre, ocupó un lugar entro las fuerzas defensoras y se distinguiti en las aceiones que se libra roti casi diariamente basta la finalización del sitio.
Con motivo de la campana del general Jerónimo Costa, el mismo que se batiera heroicamcntc centra francescs y uruguayos en Martin Garda, iniciada al norie de Buenos Aires con el propòsito de deponer al gobernador Paslor Obligado, éste ùltimo ordeuó que ima fuerzii complicata por el 2 de Linea,
i) El impreso de epoca con los verno* de autor anònimo so òncuenlra en una da Jas salas del Museo de la Casa de Garibaldi en Montovidco, Uruguay.
*) Arrhivo General del Ejcrctto, 7 División Pantondi, l.egnjo del tenienie coro* nel José Giribone.