Rassegna storica del Risorgimento

Italia. Brescia. Repubblica di Venezia. Secoli XVIII-XIX
anno <1999>   pagina <333>
immagine non disponibile

Sspana j la Repùhlica Romana 333
Pontifidos: restablecimiento del Papado sin irirniscuirse ulteriormente en su actividad.26)
El 23 de mayo saliexon del puerto de Barcelona los buques de trans­porte, y cuatro dias mas tarde llegaban a Gaeta. Durante el mes de julio llegarian nuevas fuerzas para completar los 8.000 hombres que debian integrar la expedición. El Rey de Nàpoles ofreció al general espanol el mando de las fuerzas conjuntas hispano-napolitanas, pero se deberia limitar a mantener una posición defensiva en la frontera. Poco riempo después iniciaron la marcha, ocupando Terrachina el 4 de junio.
Ante los problemas que eneontró el cuerpo expedicionario francés y la falta de enemigos del ejército espanol, Fernàndez de Cordova optò por ofrecer su colaboración a Oudinot en el sitio de Roma. A la negativa de éste se sumó la reprobación de Martìnez de la Rosa y del general Narvàez. Esa actuación hubiera ido en contea de las estipulaciones de Gaeta, que reservaban a Francia las operaciones sobre la capital, y al hecho de que situarse en dependencia de dicho ejército podia conducir a las fuerzas espanolas a una situación tensa o a apoyar el incumplimiento de lo estable-cido en Gaeta.
Al producirse el enfrentamiento entre el Gobierno francés y el Papa sobre las cuestiones politicas de la restauración, Espana apoyó al Ponrifice. A principios de septiembre los generales espanoles visitaron al Papa en Nàpoles. Espana, junto con Austria y Nàpoles, presionaron a los franceses para que abandonaran Roma, a fin de evitar posibles conflictos con las autoridades impuestas por el Pontifiee. Narvaez aconsejaba de està forma:
Creo perjudicialisimo el estado de indecisión en que se encuentra su Go­bierno [papalj: que sena muy conveniente que tomase un partido pronto, que haga las concesiones que crea compatibles con sus miras fururas, y que basten para que los franceses den por terminada su intervención y se retiren sus tropas de los Estados Pontificios, y entonces Su Sanidad, en libertad de obrar por si y no tenien-do con el Gobiemo de Francia ninguna clase de compromisos, podra ir poco a poco, insensiblemente, cercenando las concesiones que haya hecho .27)
Pero Francia no tenia ninguna prisa en retirar sus soldados, mientras el Gobierno espanol se eneontraba en situación contraria. El 11 de sep-
**) Sobre cute tema, ùcnen todavia algun intcrcs los trabajos de G. BERNI, La spedi­zione spagnola nel 1849, m Capi/olium, XXIV (1949), n. 11-12, pp. 369-378, y L. SANDW, IJintervento militare spagnolo contro la Repubblica Romana nel 1849, in Rassegna storica del Risorgimento, XXXVI] (1950), f I4V, pp. 459464.
z7) F. FERNÀNDEZ DE CORDOVA, La revolution de Roma ctfc, p. 364.