Rassegna storica del Risorgimento
Italia. Brescia. Repubblica di Venezia. Secoli XVIII-XIX
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1999
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336 Fernando Garda San - José Ramon XJrquijo Goitia
restablecimiento de las relaciones con la Santa Sede, lamentaban eque el Sumo Pontéfice haya abandonado los dominios temporales de la Iglesia , y manifestaban su deseo porque terminasen de un modo pacifico las desa-venencias de Pio IX con sus sùbditos, sin gènero alguno de intervención ofensiva a la dignidad e independencia del pueblo romano. La redaccion conllevaba una carga ideològica importante. Se eliminaba la mención a que el Papa se habia visto obligado a huir, y se cambiaba capital del orbe católico por los dominios temporales de la Iglesia, expresión tenida de regalismo. Por otra parte se intentaba vetar una intervención espanola en dichos tetritorios, rumor que ya circulaba en los medios politicos.
La defensa del texto corrió a cargo de Ordax, quien se centrò en dos conceptos del discurso de la Corona: asilo y apoyo, que consideraba ina-propiados. El primero por innecesatio, pues el Papa podia establecerse en cualquier iglesia del mundo, ademàs asilo se consideraba un termino que implicaba una gracia por lo que no era aplicable a quien gozaba de un derecho propio. Respecto al segundo concepto, apoyo, se defendió la teoria de las dos potestades: la potestad espiritual no necesita apoyo pues no es atacada por nadie y si, en cambio, se apoya la potestad civil (Rey de Roma), elio implicarla el uso de medios eficaces para destruir las determinaciones de un pueblo y, en consecuencia, atacar la independencia de otras nacio-
Como era de esperar, la enmienda me rechazada por 130 votos contra 19. La argumentación en nombre de la Comisión la realizó Puche y Bau-tisra, senalando que no se podia insinuar mala fé o violencia en el Pontifice, debido a que habia realizado numerosas concesiones politicas, que habian sido respondidas con el asesinato de uno de sus ministros y tener que huir de Roma. Espana no podia ponerse del lado de los que habian provocado este acto intolerable .32)
Pocos dias mas tarde volvia a debatirse la cuestión* En està ocasión tomo la palabra uno de los mejores oradores de la Camara: Manuel Cortina (Ministro en 1840), quien no habia participado en la votación de la enmienda anterior. Si bien dentro de las filas del progresismo su postura presenta-ba ciertas matizaciones,33) En primer lugar, es necesario senalar que Cortina quedó profundamente afectado por los sucesos revolucionarios de 1848,
si) Ivi, pp. 56 sgg.
> Ivi, p. 64.
S H 3 enero 1849, n. 12, p. 121.