Rassegna storica del Risorgimento

Italia. Spagna. Portogallo. Storia politca. Secolo XIX
anno <2000>   pagina <543>
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Italia e Spagna e la crisi dei 1891 543
asociara el Reino Unido.,2> Esa idea contrariaba la oricntación politica del gobiemo de Cànovas, opuesto a cualquier aventura en el exterior. Esperaba sugerencias concretas, pues el objetivo de mantener el status quo podria incluir el mantenimiento de la monarquia, en casos en que el Estado estuviera amenazado por la subversión. Semanas mas tarde, Roma sabfa que ni Austria ni Alemania aprobaban una acción en Portugal.13)
El gobierno dijo su presidente no necesita manifestar simpatia a Portugal, porque ese sentimiento fraterno hacia una nación que vive con un Estado independiente, la siente cada espanol.
[...] lo que nosotros hayamos de hacer en bien de Portugal y podamos hacer ahora o en cualquier dia de la historia [...] dependerà principalmente de las circunstancias generales del mundo y de la posición que ocupemos en él; porque no hay que hablar arrogantemente de nuestro pasado para querer imponerlo comò regia de conducta en los tiempos presentes. Entiendo yo que el verdadero orgullo y hasta la soberbia nacional, consiste en no inclinarse jamàs a empresa ninguna ni a propòsito alguno mientras no se esté seguro de poseer suficiente fuerza para llevarlo a cabo; entiendo yo que no es amor ni orgullo nacional, sino humildad inconsciente quererse abrogar en el mundo direcciones e iniciativas que ni el estado del mundo en general ni nuestro propio estado en particular consienten . Eso es modestia, pero es, al mismo riempo un orgullo profundo, oculto, nacional, intimo.14)
La postura de Alemania era de absoluta reserva respecto al litigio de Inglaterra con Portugal. Con todo, se dijo al conde Hatzfeldt que empleara su influencia personal ante Lord Salisbury para Uegar a un arreglo.
La Triple Alianza y, concretamente, Alemania dejaba a Inglaterra en una posición que suponia tener las manos libres en aquellas zonas donde sus intereses estuvieran comprometidos, especialmente en Egipto. La contra-partida, prestar en Europa su apoyo a los aliados. Desde ese punto de vista, habrìa que cuidar que un sentimiento nacionalista exaltado por la humillación de Londres no diera al traste con la dinastia portuguesa y abriera paso a la Repùblica.
'2) 259/90 y 359/126 Maffei-Rudini, 10 de abril y 14 de mayo de 1891, ASD CV 12/1 1 y 10.
13) 16085/122 y te. Rudiol-Maffci, 30 de abril y 16 de mayo, il?. 7.
4> Rcspucsta al discurso de Moret en el debate sobre el mensaje de la Corona, DS/C 49 (5 de mayo de 1891) 1231. La refe renda de Moret, ib. 1221. Cànovas, a propòsito de la crisis de 1893 y hablando de las cconomfas que habrà que hacer para equilibrar el presupucsto, dijo; No recordàis todos la nota de pesi mista que por mucho riempo se quiso arrotar sobre mi freme tati saio porque tenia ci valor de descubrir ante ci pafs sus verdaderas, sus incxorablcs necesidades? , ib. 72 (5 de julió de 1893) 2232. Julio Saloni fìjó, documen­talmente, la tesis sobre el pcsimismo de Cànova y su recogimiento en politica exterior. Vid. su Espaila en la Europa de Bismarck. La politica exterior de Cànova*, Madrid, 1967.